Por fin unos zapatos cómodos son híper cool, una dualidad que rara vez se produce pero que, cuando pasa, roza la perfección
Son cómodas y son híper cool. Sí, ambas cosas a la vez. Un extraño fenómeno que rara vez se produce pero que cuando sucede –como en el caso de las sandalias planas deportivas– no puede ser más irresistible. El éxito de las Birkenstock sentó un precedente y, a partir de ahí, las firmas de lujo no han podido evitar reeditar esa silueta algo incómoda de digerir al principio pero absolutamente perfecta cuando se conjuga con el look adecuado. Los ugly shoes escriben un nuevo (y excitante) capítulo este verano.








